En silencio, en mitad de la noche, hay ilusiones y sueños que mueren y se apagan. Cuando tus ilusiones enferman, ya es muy difícil recuperarlas. Te pudres por dentro. Todo aquello que estabas haciendo pierde su sentido por completo. Es mejor echar el telón y retirarte antes de que descubran que te has muerto.
Para mí, la noche se está agotando. Y su fin no es el anuncio de un nuevo día. Sólo significa que la función ha terminado.